En nuestro medio es frecuente la expresión de mensajes y conductas agresivas, se diría que es lo normal considerando que es lo que más se repite, lo más común, esto desde el punto de vista de la psicología anormal. A través de los tiempos esto ha sido un mal hábito heredado de generación a generación, con la principal característica de carecer de bases científicas que predicen una mayor probabilidad de éxito en cuanto a reemplazar conductas problemáticas por conductas productivas, saludables en nuestros hijos sin emitir mensajes ni conductas agresivas hacia ellos.
Se trata de reemplazar lo antiguo por lo actual, de restarle importancia a la forma y darle valor al contenido, a los valores, romper esquemas y recordar que el aprendizaje es acción y no palabras bonitas y acciones contradictorias. Es necesario aclarar los mitos al respecto de la educación y el incorrecto empleo del castigo y el refuerzo.
Es de vital importancia dar a conocer y si es posible entrenar a los padres en estos principios de conducta con el objetivo de brindarles recursos para un manejo y control de conductas libre de agresión y violencia, para que creen hábitos precisos y puntuales en sus hijos, así cómo valores morales y lo más importante formar una nueva generación libre de violencia.
Se trata de reemplazar lo antiguo por lo actual, de restarle importancia a la forma y darle valor al contenido, a los valores, romper esquemas y recordar que el aprendizaje es acción y no palabras bonitas y acciones contradictorias. Es necesario aclarar los mitos al respecto de la educación y el incorrecto empleo del castigo y el refuerzo.
Es de vital importancia dar a conocer y si es posible entrenar a los padres en estos principios de conducta con el objetivo de brindarles recursos para un manejo y control de conductas libre de agresión y violencia, para que creen hábitos precisos y puntuales en sus hijos, así cómo valores morales y lo más importante formar una nueva generación libre de violencia.
Comparto tu opinión, es necesario enmendar estas conductas desde el entorno familiar, asimismo este compromiso debe ser asumido por los maestros que desde las escuelas colaboran con la formación de quienes se convertiran en futuros ciudadanos.
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