POR: MAG. MIGUEL ANGEL MORA GUTIERREZ.
¿No hay tiempo para inculcar valores en nuestros hijos?, como dicen muchos, me parece que en mi colegio o facultad tuve un curso donde tocaron los temas relacionados a valores, pero igual no lo recuerdo, pero lo aprobé .Los valores adquiridos dentro del hogar son una continuación en nuestra realización profesional con la vida cotidiana.
En la actualidad se está dejando de lado muchos valores que fueron inculcados de parte de nuestros abuelos a padres y demás miembros de la familia por el simple hecho de la modernidad y decir la recordada frase, “ESO FUE EN TU ÉPOCA, AHORA ES DIFERENTE”, las historias de vida se están viendo afectadas con la cruda realidad social que nos toca vivir y lidiar a diario.
Haciendo una remembranza dirigida en los niños de años atrás, tenían como entretenimiento diversiones sanas y productivas siendo fructíferas para el bienestar físico y psicológico (scouts, muchachas guías, el trompo, la payaya, la liguita,etc...) hoy remplazadas por violentas y degenerativas, como son los juegos de video, la televisión (programas no aptos para menores y lo ven sin supervisión adulta responsable)que alteran al menor y lo hacen agresivo sistemáticamente ,este niño al llegar a la adolescencia, manifiesta conductas impropias como es la de la rebeldía injustificada, libertinaje ,enfrentamientos para con los padres o los que le imponen normas de conducta, deserción escolar ,embarazos no deseados, pandillaje, drogadicción, alcoholismo, enamoramientos cortos, reducidos en meras palabras sin sentido “!ya no soy un niño, déjame hacer lo que quiero¡”, “¿si me quieres dame la prueba del amor?”,el que ama espera y te pide matrimonio y no se alimenta de pura basura sexual, como es catalogada por muchos consejeros matrimoniales, que solo conlleva a denigrarse como ser humano ;nadie se muere por no tener sexo, ni se enferma; lo importante es estar preparado tanto en el aspecto psicológico como físico ,para así evitar corromperse sexualmente como pareja futura al matrimonio ,es por eso que cuando inician su vida marital en ocasiones ,se encuentran con una triste realidad que no conocieron con quien se casaron, existiendo la opción más fácil y cómoda que es el rompimiento de la relación que alguna vez juraron mantener ,manifestada en el divorcio ,abandono de hogar, adolescencia tardía y demás actitudes violentas, como es la violencia familiar, feminicidio, suicidio, abuso de menores, entre otras.
La sociedad está sufriendo una gran metamorfosis y se da por la pérdida de valores; la aparición de nuevos delitos inimaginables realizadas por el “ser humano” poniéndonos al nivel de los “seres no pensantes”, podemos echarle la culpa si queremos para evadir responsabilidad al trabajo recargado, otros a la falta de dinero y los más descarados a la crisis mundial ;eso es totalmente falso e injustificado en todos sus parámetros, lo que sucede que el ser humano como “ser pensante”, maquina su comportamiento como mejor le parece, este puede ser positivo o negativo, ya es cuestión de cada uno; con esto quiero decir que no hay que echarle la culpa de nuestros errores a los demás si no asumirlos tal y cual como son y repercusiones que nos puedan traer, nadie nos obliga a realizarlos si no más bien uno los realiza por las historias de vida que fueron impuestas o creadas por nosotros mismos, tenemos que romper muchos paradigmas, y ya no pensar que todo pasa por casualidad, eso es totalmente equívoco, nada pasa por casualidad uno construye su futuro así como construye su vida en matrimonio, su familia ,la crianza de sus hijos, como queremos vivir y desarrollarnos en el ámbito familiar; esa ya es nuestra decisión y tener en cuenta, el que fue buen hijo será un buen esposo y padre de familia.
El amor no es algo que viene en una caja de regalos ni de pandora ,si no todo lo contrario, el amor uno lo consigue en base de lucha y constante sacrificio, basada en el respeto, asumiendo que el matrimonio ya no depende de una magia romántica, si no más bien de una mentalidad adulta ;poniendo fin a nuestros cuentos de “Hadas y príncipes azules” porque el secreto de una buena relación se cimienta en la confianza y comunicación con nuestra pareja.
